Con las pasadas riadas ocurridas en Levante, vuelve el debate sobre las consecuencias de la ocupación urbanística de manera masiva. Grupos ecologistas culpan a las urbanizaciones de nueva construcción de ser las causantes de que un fenómeno natural "normal", tenga unas consecuencias tan catastróficas.
A su rebufo, se inicia el debate político. Los gobiernos locales culpan al gobierno central, denunciando el estado de semiabandono en el que se encuentran los cauces preparados para canalizar en agua de las riadas. El gobierno central, siguiendo la onda de los ecologistas, culpan a las corporaciones locales por haber concedido licencias para construir en zonas "peligrosas" sin aportar las infraestructuras necesarias para minimizar las consecuencias que puede tener un fenómeno meteorológico que por ser raro, se considere imposible; y se defiende alegando que han invertido más que otros gobiernos anteriores.
Es un debate estéril. Cuatrocientos litros de agua por metro cuadrado en cuatro horas es algo que pasa cada 50 años... que son más de doce legislaturas y, se supone, varios cambios de gobierno, a veces coincidentes, a veces distintos.
Es una zona en la que todo el mundo se "enriqueció" vendiendo "patatales" a precio de solares gracias a la convicción de que el ayuntamiento de turno iba a recalificar. Esas fincas se explanaron, se hormigonaron, se asfaltaron y se construyeron. Ahora les cae encima el diluvio y se anegan. Es lógico... pero no es normal.
Se puede urbanizar, incluso de manera salvaje; y prever las medidas necesarias para "minimizar" las consecuencias de un fenómeno meteorológico inusual, pero previsible. Apuntaba un técnico que cuando se urbanizó a lo bruto el 60% del territorio, en los años 70 y principios de los 80; resultaba imposible calcular, con los medios de la época, la distancia necesaria entre dos puentes para evitar el "efecto tapón". Mal asunto, cuando ya hay tratados romanos (de los del Imperio Romano) que trataban el tema. Supongo que el técnico se refería a colocar un puente cada 20 o 30 metros, no cada 200 o 300...
Opino, y no deja de ser una opinión, que lo malo no es el "urbanismo salvaje" sino la "salvajada urbanística", que aunque parece lo mismo, en realidad es algo muy diferente.
El Urbanismo, además de ser un corsé legal que regula el derecho a la propiedad y uso del suelo, es una especialidad de la "ciencia-técnica-arte" llamada Arquitectura. A lo mejor nos debemos de "olvidar" un poquito del urbanismo recalificador (Pantoja, Muñoz, Pocero, Camps, etc.) de los que no tienen ni idea; y recordar el Urbanismo Creador (Cerdá, Arturo Soria; o más contemporáneos: Jordi Borja, Joan Busquets; o más internacionales: Jean Nouvel...) que para eso es España uno de los motores arquitectónicos a nivel mundial, desde hace ya más de una década.
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