El problema está identificado: los jóvenes cada vez se incorporan más tarde al mercado de trabajo a la par que la esperanza de vida aumenta. Esta situación provoca que se ponga en duda la viabilidad del actual sistema de pensiones. González-Páramo, en la clausura de un acto de la Fundación de Estudios de Financieros, advirtió que el aumento del gasto en pensiones -se situará en el 16% del PIB en 2050- puede provocar una reducción las prestaciones sociales si se quiere mantener el superávit.
El miembro del BCE apuesta por fomentar productos como los seguros de rentas para completar la pensión pública de jubilación y evitar, así, una reducción del bienestar durante la vejez. El problema es que estos seguros requieren una alta cantidad de efectivo y, en Espana, el ahorro suele destinarse a bienes inmobiliarios. En este sentido, la hipoteca inversa -en la que el propietario recibe una renta mensual del banco por su vivienda- puede resultar un producto 'interesante y útil'.
González-Páramo defendió que el Gobierno aumente la edad de jubilación, que actualmente en Espana está en los 65 anos. Y manifestó que el Ejecutivo debería centrarse en incrementar la productividad e incentivar el acceso al mercado de trabajo de las mujeres.
En cuanto a política monetaria, González-Páramo siguió la senda del presidente del BCE, Jean Claude Trichet, y argumentó que la principal función del BCE es mantener la estabilidad de precios y rehuyó dar cualquier pista sobre si bajaran los tipos de interés. Si bien reconoció que existen 'riesgos a la baja' en las previsiones de crecimiento económico, insistió en que los fundamentos de la economía europea son 'sólidos'.
Los expertos apuestan por un sistema de pensiones complementario y obligatorio
A pesar del superávit de la Seguridad Social, la Fundación de Estudios Financieros opina que no hay 'motivos suficientes para el optimismo'. En un estudio sobre pensiones que acaba de elaborar la propia fundación, en el que han colaborado una treintena de expertos, se recogen una serie de recomendaciones de cómo mejorar e incentivar el ahorro a largo plazo de los espanoles. Estas son las principales:
- Apostar por un sistema complementario y obligatorio -en Espana es voluntario- de pensiones privadas, tal y como sucede en el Reino Unido y Suecia. El objetivo es transferir al sistema financiero el riesgo que supone la longevidad de los espanoles.
Restablecer el rescate parcial de un plan de pensiones con una tributación reducida o, incluso, sin tributación, como sucedía antes de la última reforma fiscal del Gobierno socialista. Según la fundación, los actuales incentivos fiscales 'no destacan por su generosidad'. - Aumentar el número de aportaciones anuales que pueden hacerse para financiar una renta vitalicia a partir de los recursos que aporta una hipoteca inversa. Para ello, deberían eliminarse los límite de aportación anual y acumulada que se requieren, para obtener el mismo tratamiento fiscal que un Ahorro Sistemático (PIAS).
- Emitir deuda pública a 50 anos e incrementar los títulos a 30 anos. La fundación considera que existe una escasez de este tipo de productos. 'El Tesoro debería dar consideración de bien público a la emisión de este tipo de bonos', defienden.
- Crear una provisión de pensiones vitalicias por parte de la industria aseguradora. El problema principal es que no existe una masa crítica de ahorro para asegurar el funcionamiento de esta industria. Sin embargo, los expertos dan la vuelta al argumento y opinan que la ausencia de un mercado de pensiones vitalicias tampoco anima la acumulación de ahorro.
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