Se venden (o más bien se "vendían") las viviendas "sobre plano". Para muestr un botón: la subasta publicitada y realizada en Santiago en fechas pasadas. No se vendió nada... Para unos, la altura de los precios. Para otros, el tipo ofertado de "2ª vivienda". Para mí, la falta de un sistema de "presentación" para las promociones. Y digo: ahora se están vendiendo esas viviendas, eso sí, mediante un sistema más tradicional... ¡enseñándolas!
La gente no dejó de pujar en la subasta por el precio... ¡que también!; sino porque quería "ver" lo que iba a comprar. Los promotores que participaron, posiblemente, hayan "regalado" el recorrido a la baja de la subasta a cambio de "llamar la atención". Por 5000 euros menos están colocando esos mismos inmuebles.
Y es que hay que entender una cosa: un plano es un "sistema de representación" y no una forma de "presentación". Cuando uno pasea un piso pensando en comprarlo o no, tiene su cabeza funcionando en dos niveles distintos. Por un lado, está buscando un "orden"... las cosas normales que ayudan a "entender", basándose en lo que ya conoce, lo que ha visto. Por otro lado, busca también "detalles del desorden"... precisamente aquello que llama la atención, que hacen que algo sea "especial".
Un plano es la "representación" de ese orden. Y como "sistema" de representación, busca siempre el mínimo común... es una manera de estructurar la información que se da y se usa para "comparar" los datos... un piso con otro. Por ejemplo, el plano de una ciudad o el plano de una catedral... uno no "conoce" una ciudad por ver su plano... aunque se lo sepa de memoria. Puede comparar esa "ciudad" con otra: tamaño, avenidas, si tiene mar o no... pero no la conoce.
Para "conocer" es necesario el otro nivel... "experimentar el desorden"... dejarse impactar por los detalles que llaman la atención... que hacen especial una cosa... porque no son comparables con los detalles que hacen especial otra cosa.
Y el plano nunca te va a dar ese otro nivel. Queda mucho que explorar para "sustituir" el paseo por algún medio audiovisual... TV, Internet... apenas son "sucedáneos" de la experiencia que es dejarse "arropar" por el techo de aquello que uno quiere ver. Piénsese si no en el otro eemplo: la catedral... Queda mucho campo en la "simulación" o en la "visualización 3D". Hay que avanzar por ahí...
Desde luego, lo que ya no es, es la venta del pisito con el plano pintado de colores... comparando la superficie del salón y la orientación de la cocina... son datos importantes, sí... fundamentales, tal vez... pero no sirven a la hora de decidir: compro aquí... no compro allí. Hay mucho piso alicatado hasta arriba, con los armarios empotrados e incluso amueblado... el que quiera vender en obra, lo tiene muy crudo si lo quiere hacer con el "plano de colores".
Para leer un plano, hay que tener conocimientos y una cierta experiencia. No se puede dotar al futuro comprador de esos conocimientos... ni mucho menos "presuponer" que los tiene... entre eso y el "engaño" hay una línea roja muy fina... cada vez más fina. La Ley actúa contra ese engaño del plano, y ahora también contra el engaño de la "Realidad Virtual", a la que "obliga" a transformarse en "Realidad Real" a la hora de firmar la escritura.
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